Cada día de nuestra vida guarda momentos muy importantes, a muchos de los cuales no le damos la importancia debida. Aún en nuestros momentos de soledad podemos rescatar pensamientos que le brinden luz a nuestra existencia, al recordar la valiosa persona que guardamos en la porción de materia a la que llamamos cuerpo.
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jueves, 5 de febrero de 2015
HISTORIA DE LA BIOLOGIA
Antiguamente se creía que los seres vivos surgian por generación espontánea, a partir de la materia orgánica en descomposición. Las bases de esta creencia eran las observaciones cotidianas como la aparición de larvas en alimentos en descomposición, moscas en la carne podrida o ratones en el estiercol, esto lo indica la Teoría de la Generación Espontánea.
Para llegar a estas y otras conclusiones referente a la vida, muchos hombres de ciencia han contribuido al desarrollo de Biología. Numerosos acontecimientos cronológicamente importantes enriquecen hoy la Historia de la Biología.
La historia de la biología remonta el
estudio de los seres vivos desde la Antigüedad hasta la época actual. Aunque el concepto
de biología como ciencia en si misma nace en
el siglo XIX, las ciencias
biológicas surgieron de tradiciones médicas e historia natural que se remontan a el Āyurveda,
la medicina en
el Antiguo Egipto y los trabajos de Aristóteles y Galeno en el antiguo mundo grecorromano. Estos trabajos de la
Antigüedad siguieron desarrollándose en la Edad Media por médicos y eruditos musulmanes
como Avicena. Durante el Renacimiento europeo y a principios de la Edad Moderna el pensamiento biológico
experimentó una revolución en Europa, con un renovado
interés hacia el empirismo y por el
descubrimiento de gran cantidad de nuevos organismos. Figuras prominentes de
este movimiento fueron Vesalio y Harvey, que utilizaron la experimentación y la observación
cuidadosa en la fisiología, y naturalistas como Linneo y Buffon que iniciaron la clasificación de
la diversidad de la vida y el registro fósil, así como el desarrollo y el
comportamiento de los organismos. La microscopía reveló el mundo, antes
desconocido, de los microorganismos, sentando las bases de la teoría celular. La importancia creciente de la teología natural, en parte una respuesta
al alza de la filosofía mecánica, y la pérdida de
fuerza del argumento teleológico impulsó el
crecimiento de la historia natural.
Durante los siglos XVIII y XIX, las ciencias biológicas, como la botánica y la zoología se convirtieron en disciplinas
científicas cada vez más profesionales. Lavoisier y otros científicos físicos
comenzaron a unir los mundos animados e inanimados a través de la física y química. Los exploradores-naturalistas,
como Alexander von Humboldt investigaron la
interacción entre organismos y su entorno, y los modos en que esta relación
depende de la situación geográfica, iniciando así la biogeografía, la ecología y la etología. Los naturalistas comenzaron a rechazar
el esencialismo y a considerar
la importancia de la extinción y la mutabilidad
de las especies. La teoría celularproporcionó una nueva
perspectiva sobre los fundamentos de la vida. Estas investigaciones, así como
los resultados obtenidos en los campos de la embriología y la paleontología, fueron sintetizados en la teoría de
la evolución por selección natural de Charles Darwin. El final del siglo XIX vio la caída de la teoría
de la generación espontánea y el nacimiento de la teoría
microbiana de la enfermedad, aunque el mecanismo de la herencia genética fuera todavía un
misterio.
A principios del siglo XX, el redescubrimiento del trabajo
de Mendel condujo al
rápido desarrollo de la genética por parte de Thomas Hunt Morgan y sus discípulos
y la combinación de la genética de poblaciones y la selección
natural en la síntesis evolutiva
moderna durante los años 1930. Nuevas disciplinas se desarrollaron
con rapidez, sobre todo después de que Watson y Crick descubrieron la estructura del ADN. Tras el
establecimiento del dogma
central de la biología molecular y el descifrado del código genético, la biología se
dividió fundamentalmente entre la biología orgánica —los campos que trabajan
con organismos completos y grupos de organismos— y los campos relacionados con
la biología molecular y celular. A finales del
siglo XX nuevos campos como la genómica y la proteómica invertían
esta tendencia, con biólogos orgánicos que usan técnicas moleculares, y biólogos
moleculares y celulares que investigan la interacción entre genes y el entorno,
así como la genética de poblaciones naturales de organismos.
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